miércoles, 16 de mayo de 2012

2. POV Shelly

Dos sentimientos, diversión y odio



Por fin otra vez en Londres y con mi mejor amiga. ¿Que mas podía pedir? Solo había una cosa que hubiera hecho que todo fuera perfecto. Si Jon, mi novio, hubiera venido conmigo...Habría sido completamente perfecto. Por suerte, me prometió que pronto vendría a hacerme una pequeña visita, por lo que no tardaría mucho en disfrutar de su compañía.
El viaje fue bastante aburrido pero ver a Kaitlyn en el aeropuerto, me alegró el día. Habría sido una bienvenida perfecta si no habría habido tantas adolescentes gritándoles cosas a los niñatos esos. 
No les conocía demasiado, pero solo con verles y al ver a sus fans...Parecían la típica banda de cinco chavales pijos y algo guapos que volvían locas a las chicas. Engreídos y estúpidos, eso es lo que son.
A Kaitlyn parecía no importarle demasiado la presencia de esos cinco allí al igual que la de las fans, pero claro, seguramente ella habrá tenido que soportar algún que otro numerito parecido a este por las calles de Londres.
Mi mayor deseo: no volver a encontrármelos mas. Ni a ellos, ni a sus fans.
Quería salir rápido de allí, no quería oír ni un solo grito mas de ninguna de esas locas, ya que si lo hacía, era muy probable que reaccionara enfrentándome a alguna de ellas. 
Empecé a llamar a Kait, pero no me hacía caso. Estaba mirando al gran grupo de chicas que había allí o a alguno de los chicos. 
-¡Kaitlyn!-la llamé desesperada.
-¿Que?
-¿Que miras?¿A alguno de esos?-esperaba que no fuera eso.
-Que va, miraba a una de las fans...Me gusta su camiseta.
Después de coger mi maleta, salimos de allí para dirigirnos a casa. Quería instalarme lo antes posible para poder salir a recorrer las calles que hacía tanto tiempo que no visitaba.
El haber dejado de oír los gritos y a esos impresentables que lo único que quieren es causar el furor entre las adolescentes, me sentó bastante bien. Ahora solo quería centrarme en una cosa. En Kaitlyn.
Quería recuperar todo el tiempo perdido con ella y la verdad, es que tenia muchas cosas que contarle.

Al llegar a la casa, me quedé alucinada. Era una casa preciosa y espaciosa...Sin duda, vivir aquí iba a ser como estar en un sueño. Cuando planeamos el irnos a vivir juntas, me dijo mas o menos como era la casa, pero a mi parecer, se quedó corta al describirla.
Después de ver un poco la planta baja, subimos a ver la que sería mi habitación. ¡Dios, era increíble! Sin duda, no tardaría mucho en acostumbrarme a vivir aquí y a disfrutar.
Comenzamos a deshacer mi maleta y la verdad, es que terminamos antes de lo planeado. 
-Ahora solo queda que le des tu toque personal...
Kait tenía razón, pero estaba segura de que no tardaría mucho en hacerlo. ¿Lo primero que haría? Poner la foto que me traje de Jon y mía en mi mesilla de noche.
Estábamos muy hambrientas, o al menos yo, por lo que bajamos a la cocina para comenzar a preparar el menú de hoy.
Kaitlyn aceptó a ser ella la cocinera hasta que yo me familiarizara con los armarios, el horno y con la cocina en general.
Los espaguetis de Kaitlyn, eran de los mejores que jamas había comido. Hizo una gran cantidad, pero con el hambre que yo tenía, no sobraría mucho.
Comimos mientras planeábamos que haríamos por la tarde. Accedió a ir al London Eye, ya que yo me moría de ganas por volver a contemplar Londres desde lo mas alto de la famosa noria.
Terminamos de comer, después de recoger todo y después de haber visto un poco la televisión, salimos de casa y nos dirigimos al London Eye dando un paseo.

En el camino, pasamos por delante de un montón de tiendas que tenían ropa bastante chula en los escaparates, y Kait me prometió que pronto iríamos de compras.
Estábamos algo sedientas, por lo que paramos en un Starbucks que había de camino. ¡Dios! Había extrañado muchísimo. De pequeñas no entrabamos mucho en estos lugares, pero en mis visitas a Kaitlyn, siempre íbamos a un Starbucks a tomar algo. Me atreví a pedir en su lugar, ya que ella prefirió esperar fuera ya que tenía que responder a una llamada.
Recordé que la última vez que estuve con Kaitlyn en uno ella pidió un Mocca Frappuccino, por lo que pedí uno para ella y un Frappuccino de Caramelo para mi.
Salí y me encontré a una Kaitlyn algo desanimada.
-¿Quien era?-le pregunté mientras le daba su frappuccino.
-Nadie importante...
-¿Y como es que ''nadie importante'' ha hecho que te desanimes?
-Es que...Es algo bastante largo de contar...
-Bueno, si quieres no me lo cuentes ahora, pero me lo vas a tener que contar mas adelante.
Sin darnos cuenta, llegamos al London Eye, donde estuvimos un buen rato haciendo cola para poder montar, aunque mereció la pena. Volver a ver aquellas vistas con mis propios ojos, hizo que me emocionara por lo que abracé fuertemente a Kait. Ella, sin decir nada, me abrazó fuertemente sin pedir ninguna explicación.

El trayecto me pareció mas corto de lo que recordaba. No me importó mucho, ya que estaba segura de que pronto volvería a subir.
Cuando bajamos del London Eye, nos dirigimos hacia un parque no muy lejos de allí. Este parque, era un sitio especial para mi y para Kaitlyn. Era el parque al que siempre íbamos antes de que yo me mudara para relajarnos, salir de nuestros problemas y tumbarnos sobre el césped o simplemente para pasar el rato, ya que la ausencia de gente en este lugar, lo convertía en un lugar perfecto.
En cuanto llegamos, nos tumbamos en el césped y comenzamos a dar vueltas por este. Echaba de menos las tardes de locura al lado de Kait aunque esto, no lo podíamos considerar como una locura.
Después de hacer un poco el tonto por el césped, nos sentamos sobre el y comenzamos a hablar.
Le conté gran parte de las cosas que había vivido en España sin muchos detalles ya que para los detalles habría tiempo.
Ella me contó las cosas que habían pasado en Londres en mi ausencia, aunque solo me contó cosas relacionadas con nuestros amigos aquí y poco mas.
-Kait...¿Me vas a contar ahora esa historia tan larga?
-Haber...El que me ha llamado antes era Declan, mi ex novio desde hace tres semanas.
-¿Tu ex?-pregunté sorprendida -. ¿Como no me habías dicho antes que estabas con un tío?
-Quería hacerlo, pero no quería que te enteraras por teléfono...Quería decírtelo en persona y presentártelo pero claro, pasó lo que pasó.
-¿Y que es lo que pasó?
-Un día, en una fiesta que organizaba una amiga nuestra, apenas estaba conmigo y estaba todo el rato en el jardín con un montón de chicas. Al principio me daba igual, porque yo estaba con Shane. ¿Te acuerdas de Shane verdad?-preguntó ella antes de seguir con la historia.
-¡Claro que si! Moreno, alto, ojos marrones, pelo corto...
-Veo que si te acuerdas de el. Bueno, al caso, que la fiesta estaba terminando y quería irme a casa por lo que fui a buscar a Declan al jardín, pero ya no estaba allí. Le pregunté a una de las chicas haber donde estaba y me dijo que había subido a la habitación a buscar a Aideen, la chica que daba la fiesta. Así que subí, y después de mirar en unas cuatro habitaciones lo encontré besándose con Aideen. Al principio se disculpó y dijo que fueron los efectos del alcohol, pero poco a poco fu cambiando su versión y acabó diciéndome que en parte me lo merecía por estrecha. Así que le dí un guantazo, cortamos y salí de aquella fiesta -Kaitlyn se entristeció de nuevo.
-Ey -dije mientras la abrazaba -. No fue culpa tuya. Ni estrecha ni nada, todos los tíos son iguales.
-Shelly...Llevábamos siete meses juntos cuando paso esto...
-¡¿Siete meses?!
-Si...
-¿Le has tenido a dos velas durante siete meses? -Kaitlyn y yo reímos -. Al menos, he logrado que sonrías.
-Jajajaja, si, siete meses...
-Sigues tan puritana como siempre Kait...
-Y tu tan graciosa como siempre Shelly...
Sonreímos, nos dimos un abrazo, y nos tumbamos sobre el césped de nuevo.
-¿Y tu que tal con...Jon?-me preguntó ella.
-Pues genial. Llevamos un año juntos y a diferencia de ti, no le he tenido a dos velas.
-Perdóname por no ser tan liberal como tú.
-Tranquila, quedas perdonada.
Kait me dio un leve empujón y con eso se ganó que yo la despeinara.

Estuvimos toda la tarde sentadas en aquel parque, teniendo una conversación amena y pasándonoslo realmente bien. Apenas había casi gente en aquel parque. Estábamos nosotras, un par de parejas en algunos bancos, algunas otras paseando y los típicos niños jugando con el balón.
Todo seguía su curso, hasta que empezamos a oír algunos gritos. Los gritos, se intensificaban por momentos por lo que decidimos levantarnos para ver que pasaba.
No me lo podía creer. Otra vez. Otra vez gritos de adolescentes repugnantes y como no, otra vez los cinco niños pijos del aeropuerto.
-¿Otra vez?-pregunté yo desesperada.
-Si...Otra vez One Direction Shelly...
-¿Nos los tenemos que encontrar en todas partes?¿Nos siguen o algo?
-Pues no lo se...¿Nos acercamos?-fulminé a Kaitlyn con la mirada.
-¿Me estas vacilando?¿De verdad quieres acercarte a ese grupo de niñatas que nos van a dejar sordas a este paso, para ver a uno de esos estúpidos?
-En realidad no, era para ver que decías.
Lo que comenzó siendo una tarde tranquila y divertida con mi mejor amiga en nuestro parque favorito, se convirtió en una pesadilla protagonizada por unas locas que no dejaban de torturarme con los gritos provenientes de sus voces chillonas, a las que no les importaba la gente que estuviera en el parque.
-No entiendo como esas chicas pueden estar tan locas y comportarse así por un grupo de niñatos que solo se preocupan de su imagen y de tener bonitas fotos con las fans -le dije a Kaitlyn mientras observaba a aquellas chicas con cara de asco.
-Déjalas, si así son felices...Ademas en el fondo no es tan malo. Son sus ídolos y solo quieren un autógrafo y una foto con ellos...
-Si me parece genial que quieran estar con ellos. Por mi como si se los llevan a sus casas para ellas solas. De verdad, que se los doy con un lazo rojo de regalo y todo...que a mi me da igual. Pero podrían respetar un poquito a los demás, ¿no crees?
-Pues si podrían la verdad...Pero están cegadas por ellos -dijo Kait como si las comprendiera...¿A caso le gustaba el grupo o algo?
-Oye Kaitlyn...¿Te gusta el grupo o alguno de ellos o algo por el estilo?
-Bueno, no cantan mal y eso, pero no me considero su fan...Antes me hago belieber.
Esa ultima palabra hizo que nos riéramos tan alto, que todo el mundo comenzó a mirarnos. Hasta las locas esas y los cinco niñatos nos miraban y encima, estos últimos no nos quitaban la mirada de encima, mayormente dos de ellos.
-Bueno, belieber mejor no -le dije yo.
Las fans locas volvieron a centrarse en sus amores platónicos y empezaron a gritar de nuevo.
Me estaba poniendo de los nervios. Yo quería decirles algo a las niñatas esas, pero Kaitylun me convenció para irnos y menos mal que lo hizo, porque conociéndome, habría acabado pegando a alguna de esas y ella no quería que desde mi primer día allí me metiera en problemas, como solía hacer de pequeña. No era la típica chica que siempre andaba en problemas, pero tampoco era un angelito. Simplemente me gustaba lo justo. Si alguien se metía con alguna amiga mía, con migo, con alguien al que quiero o algo que me importara demasiado, lo defendía con uñas y dientes.
Sin mas dilación y bajo la mirada de alguno de esos cinco estúpidos, salimos de aquel parque y comenzamos a andar de nuevo para llegar a casa.

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