viernes, 18 de mayo de 2012

4. POV Niall

Feelings? What's up & happiness



Eran las diez de la mañana y para mi sorpresa, no tenía sueño. Era nuestro día de descanso y no era capaz de quedarme dormido de nuevo, así que decidí levantarme, darme una ducha, desayunar e ir a dar una vuelta por ahí.
No quería ir solo a dar una vuelta pero lo mas probable era que los chicos estuvieran dormidos. Había pensado llamar a Liam, pero últimamente era de los que mas tarde se despertaba al igual que Harry. Y bueno, Zayn...Mejor ni intentarlo. Me quedaba una sola persona a la que podría llamar.
Cogí el teléfono y llamé a Louis. Tras unos cuantos pitidos de espera, respondió al teléfono.

-¿Niall?
-¡Hola Louis!
-¿Que es lo que pasa Niall?
-No nada, solamente quería saber si querías venir a dar un paseo conmigo por ahí...Es que no puedo dormir y no me apetece quedarme en casa con el día que hace.
-Pero...¿Ahora?
-Bueno, en un rato. Todavía tengo que hacer unas cuantas cosas...¿Te apuntas?
-¿Y los demás?
-¿Te refieres a los bellos durmientes? Como les despertemos igual nos matan.
-Tienes razón...¿Voy a tu casa en media hora y luego no vamos por ahí?
-Mmm...Vale, en media hora aquí.
-Bueno, pues luego nos vemos.
-Bye.

Bueno, ya tenía ocupada gran parte de la mañana. Me metí en el baño, me dí una ducha y en cuanto salí, me vestí.
Estaba algo hambriento, pero no tenía mucho tiempo para desayunar ya que Louis llegaría en diez minutos, así que ya tomaría algo en algún Starbucks con Louis.
Aproveché el tiempo para hacer un par de tostadas. Una cosa era tomar algo en un Starbucks y otra cosa que no desayunara nada. El timbre de la puerta sonó justo cuando acababa de comerme las tostadas.
Fui a abrir la puerta para que Louis no tuviera que esperar en la puerta.
-Pasa, enseguida estoy listo -subí rápidamente a mi habitación ya que todavía tenía que peinarme y echarme un poco de mi colonia.
Cuando bajé, me encontré a Louis en el salón viendo una canción que había empezado a escribir anoche.
-¿Y esto Niall?-me preguntó sosteniendo el cuaderno con sus manos
-Nada importante...Ayer me sentía inspirado -dije yo cogiendo el cuaderno de sus manos, cerrándolo y dejándolo encima de la mesa.
-¿Algo romántica no?
-Si bueno...No se, me dio por ahí -no quería decirle a Louis que mientras la escribía no deje de pensar en aquella chica. Aquella chica que nos encontramos en el aeropuerto junto con su amiga y que mas tarde las vimos de nuevo en el parque.
-Bueno, ¿y a donde quieres ir?-Louis no insistió mas con la canción.
-¿Que te parece si damos una vuelta por Hyde Park?
-¡Genial!¿Vamos en coche?
-Mmm...Si -dije cogiendo las llaves del coche de la mesa del salón -. Vamos.

Salimos de casa y montamos en el coche. En el trayecto a Hyde Park, estuvimos haciendo un poco el cabra en el coche al mismo tiempo que escuchábamos y cantábamos canciones que sonaban en la radio. Ir con Louis en un coche, era una locura pero al mismo tiempo, era algo divertido y agradable. Para ser el mayor del grupo, es el mas infantil de todos nosotros. Su positivismo, su alegría y su forma tan especial de ser le hace ser increíble. 
Estábamos cerca del Hyde Park cuando divisé un Starbucks.
-¿Te apetece tomar algo?-le pregunté.
-Si claro, no es que haya desayunado mucho la verdad...
-Pues vamos.
Tuvimos la suerte de que encontramos aparcamiento justo enfrente de la cafetería. Nos pusimos las gafas de sol y salimos del coche. Una vez dentro, nos acercamos al mostrador para pedir lo que queríamos.
-Hola, un Iced Mocca y un Iced Caramel Macchiato por favor.
La chica que nos atendió preparó lo que habíamos pedido, nos lo dio, lo pagamos y nos sentamos en una mesa.
Estuvimos hablando de que haríamos por la tarde. Seguramente, los chicos querrían echar unos partidos al FIFA mientras comíamos unas pizzas. Y después, seguramente acabaríamos viendo un película, así que no tuvimos que pensar gran cosa.
-¿Y porque no les enseñas tu canción?
-Louis...Es mejor que no.
-¿Por que no? Está bastante bien. Seguro que les encanta.
-O igual se ríen...Ademas, no está terminada...
-Niall, te conozco. La he leído entera y estaba terminada...¿Por que no quieres enseñársela?
Louis me conocía bastante mas de lo que me imaginaba.
-Pues porque es algo personal de momento...
-¿Personal?¿Es para alguna chica?
No sabía si contárselo. No sabía si decirle que desde que la conocí ayer, desde que oí su voz y desde que vi su sonrisa no había logrado sacarme a aquella chica de la cabeza. Era Louis, sabía que podía contárselo y que si lo hacía, no diría ni una sola palabra. Estaba a punto de decirle que si y para quien era, cuando vi que en el local, entraba una chica que me resultaba familiar.
-Niall, ¿estas bien?
-Ella -dije señalando a la chica que había entrado -. Es ella. La chica que vimos ayer.
Me alegraba bastante volver a verla y mas ahora que no estaba con su amiga. Si nos acercábamos a ella y intentábamos mantener una conversación, era muy probable que fuera amable con nosotros ya que la borde era su amiga.
-¿Vamos a hablar con ella?-le pregunté a Louis.
-No se...¿Será como ayer?
-No creo. Ella lo poco que dijo, fue amable.
-Bueno, pues vamos a saludarla.
Nos levantamos de la mesa hacia el mostrador donde estaba ella. 
-Hola -le dijimos por detrás. Ella se giró y al vernos, se sorprendió un poco.
-Hola chicos -dijo ella con una sonrisa en sus labios -. ¿Otra vez coincidimos?
-Pues eso parece -dijo Louis devolviéndole la sonrisa -. Yo soy Louis -dijo el dándole dos besos.
-Oh, encantada. Yo soy Kaitlyn -dijo ella besando las mejillas de Louis.

Mi turno.
-Y yo soy Niall -dije dándole dos besos al tiempo que ella me los devolvía.
-Bueno, en realidad, ya se quienes sois -nos dijo ella -. ¿Y si nos sentamos en una mesa?
-¡Claro! -dijimos yo y Louis.
Como yo me había imaginado, Kaitlyn era muy amable y simpática a diferencia de su amiga. Ella cogió su Mocca Frappuccino del mostrador y se juntó con nosotros en la mesa que habíamos elegido.
-Bueno, y ¿como que ya nos conoces?-pregunté yo.
-Si, bueno, se vuestros nombres, se que sois los chicos de One Direction y me se bastantes de vuestras canciones. Pero no soy como las fans que os van siguiendo por la calle.
-Pues te agradecemos que no seas de esas -le dijo Louis.
-Bueno, sería divertido verla seguirnos por la calle con su amiga -dije yo. Los tres nos reímos ante de darle un sorbo a nuestras bebidas.
-Por cierto, hablando de mi amiga...Quería pediros perdón por su comportamiento. Shelly no es tan borde como pareció ayer.
-¿Por que nos odia tanto si no nos conoce?-le preguntó Louis.
-No es que os odie. Solo que la verdad, para alguien que acaba de llegar a Londres y que viene de un sitio en el que no sois muy famosos y os ve con todo adolescentes locas y chillonas detrás vuestro...Pues muy buena impresión no es que deis.
-¿De donde viene Shelly?-pregunté yo.
-Acaba de llegar de España. Allí, no sois muy conocidos de momento y encima las pocas veces que os ha visto...
-Siempre con fans chillonas -dijo Louis.
-¡Exacto! Y encima si Harry le entra al trapo...
-Si, la verdad es que nos disculpamos por su comportamiento -dije yo.
-No pasa nada chicos, además, no ha sido ni vuestra culpa ni la mía, así que por mi, todo está bien.
-¡Genial!
-Oye chicos...-dijo mientras miraba su reloj -Tengo que regresar a casa.
-¿Tan pronto?-pregunté yo.
-Si, es que Shelly está enferma. Ha cogido un resfriado por culpa de lo empapada que llegó ayer a casa y había salido para comprarle unas aspirinas. Y ahora...Me estará esperando, así que será mejor que llegue pronto. 
-¿Y si te llevamos a casa? Hemos venido en coche y así llegarás antes -dije yo.
-Así, ahora que no hay ni fans ni está Harry...Tal vez podamos mantener una conversación norma y todo -añadió Louis.
-¿De verdad queréis acompañarme?¿No os importa?
-Que va, así en el camino podemos seguir hablando -dijo Louis.
-Bueno, pues si es así...Vamos.

Cogimos los vasos porque todavía tenían bastante contenido y nos dirigimos al coche. Kaitlyn se sentó detrás de mi asiento y Louis en el asiento del copiloto. Le pedí a Kaitlyn que me sujetara el vaso hasta que llegáramos a su casa ya que no me fiaba de Louis. Este era capaz de bebérselo.
Nos guió hasta su casa. Nos contó que la casa era de su abuela y como ahora vivían en ella Shelly y ella. La verdad, es que no tardamos mucho en llegar a su casa. Esta no estaba ni muy lejos del Starbucks ni muy lejos de nuestras casas. Me pasé parte del camino observando a Kaitlyn por medio del retrovisor. Me gustaba cuando sonreía, y yendo con Louis en un coche...Es difícil no estar riendo todo el rato.
Cuando llegamos a su casa, aparcamos el coche y bajamos.
Me devolvió mi bebida, no sin antes darle un sorbo.
-Eh, que eso es mío -dije yo reclamando mi vaso.
-Tenía tentaciones a probarlo...Está muy rico -dijo ella dándomelo.
-Niall, yo también quiero probarlo -me dijo Louis de una manera...espeluznantemente cariñosa.
-Tú ya tienes tu bebida...-le dije yo aferrándome a mi vaso.
-Toma Louis, bebe un poco del mio -le dijo Kaitlyn.
-¿Ves? Ella si que es amable -dijo Louis dirigiéndose a mi -. Bebe tú del mio Kaitlyn.
Ambos bebieron del vaso del otro.
-Mmm...Muy rico -dijo Louis.
-Está mas bueno el de Niall -dijo Kaitlyn.
-Que va, lo que pasa es que esa bebida rancia de Niall te ha dañado las papilas gustativas y ahora el mio te sabe extraño.
-Si bueno, ahora será culpa de mi bebida -dije yo -. Admite que mis papilas gustativas tienen mejor gusto que las tuyas.
-Haber que me lo piense...No, no lo voy a admitir.
Los tres comenzamos a reírnos de nuevo.
-Anda vamos chicos -dijo Kaitlyn mientras se dirigía a la puerta.
Comenzamos a andar en la misma dirección que ella. Abrió la puerta y los tres juntos entramos en la casa.
-¡Ya estoy en casa, Shelly!-dijo ella quitándose la chaqueta y dejándola en el perchero -. Quitaros los abrigos chicos.
Hicimos lo que ella nos dijo y después la seguimos hasta el salón.
-Muy bonita la casa -dijo Louis.
-Gracias, la he decorado yo misma -dijo ella entrando en el salón.
Cuando entramos, nos encontramos a Shelly que estaba en el sofá tumbada con una manta encima.
-Shelly, tenemos visita -le dijo Kaitlyn.
-¿Visita?-Shelly se giró y nos vio allí de pies -. ¿Que hacen estos aquí?
-Hola Shelly -la saludamos nosotros.
-Kait, ¿por que los has traído?-preguntó la morena.
-Es que después de comprar las pastillas, he ido al Starbucks para coger algo de beber y me los he encontrado allí...Y pues tras estar hablando un poco, se han ofrecido a traerme en coche para que llegara antes aquí para que puedas tomarte la aspirina, que por cierto, ahora vengo, voy a por un vaso de agua -dijo Kaitlyn saliendo del salón -. Tomar asiento chicos -dijo antes de irse al mismo tiempo que ponía su mano sobre mi hombro.
Ella se fue a la cocina y nosotros nos sentamos en un sofá que estaba al lado de donde Shelly estaba. Cuando Kaitlyn se fue, un silencio inmenso se creó en el salón.
-Gracias por traerla, necesito las pastillas cuanto antes -nos dijo la morena. Al parecer Kaitlyn tenía razón, podía llegar a ser amable.
-No hay de que. Si ayer nos hubieras hecho caso y nos hubieras dejado traerte a casa...Ahora no estarías resfriada -dijo Louis.
-Ya, pero ayer no era mi gran día...Ademas, eso de ir con vuestro gran amigo en el coche, no era de mi agrado.
Kaitlyn entró por el salón con una sonrisa en los labios y un vaso de agua.
-Tómate la pastilla -dijo dándole una aspirina y el vaso de agua.
Shelly, cogió el vaso, se metió la pastilla en la boca, le dio un sorbo al vaso de agua y se trago la pastilla.
-Chicos, perdón por lo de ayer...No quería comportarme así con vosotros, generalmente no soy así -dijo la morena.
-Tranquila, no pasa nada -dijo Louis.
-Por nuestra parte queda todo olvidado -dije yo -. Aunque Harry...Deberíais pediros perdón mutuamente.
-¿Quien?-preguntó ella.
-El chico con el que te metiste -le dijo Kaitlyn.
-Yo a ese no le voy a pedir perdón -dijo la morena.
-¿Por que no?-preguntó Kaitlyn -. Shelly...Por favor.
-Kait, lo siento pero no. 
-Déjala, si total, Harry tampoco estaría dispuesto a pedirle perdón -dijo Louis.
-Chicos, ¿queréis quedaros a comer?-nos preguntó Kaitlyn.
-Pues por mi no hay problema -dijo Louis.
-¿Niall?¿Te apuntas?-me preguntó Kaitlyn.
No podía decirle que no.
-Por mi tampoco hay problema, pero deberíamos llamar a los chicos para avisarles.
-Ya le llamo yo a Zayn -dijo Louis levantándose del sofá y dirigiéndose al jardín.
-¿Y que vamos a comer?-preguntó Shelly.
-Pues había pensado pedir unas pizzas y las comemos mientras vemos una película -dijo Kaitlyn.
-Me gusta la idea -dije yo.

Louis regresó al salón mientras se guardaba el teléfono.
-Dice Zayn que no hay problema, que el se lo dice a Liam y a Harry, pero dice que esta tarde a las cinco nos esperan para echar los partidos -me contó el.
-A bueno, tenéis tiempo de sobra -dijo Shelly -. ¿De que queréis las pizzas?
-Mmm...Yo soy de barbacoa -dije yo.
-¡Como yo!-dijo Kaitlyn.
-Y a mi me gusta la Hawaiana -dijo Louis.
-¡A mi también! -dijo Shelly -. Pero eso si -comenzó a decir la morena.
-¡Sin piña!-dijeron ella y Louis al mismo tiempo.
Todos nos empezamos a reír. Después del encuentro de ayer, se me hacía extraño que estuviéramos aquí, con ellas y lo mas sorprendente, pasándonoslo bien.
-Bueno, pues entonces pido ¿una hawaiana familiar y una barbacoa familiar?-preguntó Kaitlyn.
-Si, con eso bastará -dijo Shelly -. Ademas, tu y yo no somos de comer mucho.
-Ya, seguramente acabareis comiéndoos las tes cuartas partes de las pizzas chicos -nos dijo Kaitlyn.
Kaitlyn cogió el teléfono y llamó a la pizzería.
-En media hora nos las traen -dijo ella.
Estuvimos discutiendo que película veríamos. Cada una decía una película distinta. Casi todas las que Kaitlyn decía eran de miedo, cosa que yo apoyaba algunas veces, pero Shelly siempre las rechazaba ya que ese género de películas no era de su agrado. Ella decía películas de humor al igual que Louis pero todas las que decían no eran muy divertidas. 
-¿Y si vemos Resacón en Las Vegas?-dijo Shelly.
-¡Por favor!¡Esa!-dijo Louis.
Yo miré a Kaitlyn. Esta asintió con la cabeza dejando la responsabilidad sobre mi.
-Por favor Niall...Di que si -me dijo Shelly.
Me sorprendió gratamente que se dirigiera a mi y por mi nombre, por lo que no me opuse.
-De acuerdo, vemos esa -dije yo.
Louis y Shelly se abrazaron mientras que yo y Kaitlyn buscábamos la película. Cuando la encontramos, la pusimos en el DVD y la dejamos preparada para cuando llegaran las pizzas. Las pizzas no tardaron mucho en llegar. Cuando sonó el timbre, Kaitlyn se acercó a la puerta para cogerlas y pagarlas. La acompañé a la puerta.
-Deja que os invitemos por favor -dije yo.
-No, estáis en nuestra casa, así que invitamos nosotras -me dijo ella mientras le daba el dinero al repartidor y las cogía -. Si queréis un día nos invitáis vosotros a vuestra casa y así quedamos en paz.
-¿Eso quiere decir que vamos a volver a vernos?
-Si vosotros queréis si...
-¡Claro que si!-tal vez mostré demasiado entusiasmo -. Quiero decir, estaremos encantados de volver a veros.
Ella sonrió.
-Bueno, pues luego te doy mi numero y si eso cuando queráis vernos me llamas.
-¡Genial!
-Toma, lleva las pizzas al salón mientras yo cojo las bebidas.
Cogí las pizzas y me dirigí al salón. Allí, Louis se había cambiado de sitio. Estaba sentado en el sofá junto con Shelly. Estaban riéndose a carcajada limpia. Al parecer, habían congeniado bastante bien.
Me senté en el sitio donde había estado sentado anteriormente.
Kaitlyn regresó con las bebidas y vio que Louis le había quitado el sitio.
-Eh, que ahí estaba yo -protestó ella.
-Que va, imaginaciones tuyas -le dijo Louis.
-Kaitlyn, no te enfades, pero prefiero tener a Louis a mi lado...El entiende mi humor -le dijo Shelly.
-¿A si? Te vas a enterar -dijo ella sentándose a mi lado.
-Venga chicas, no os peleéis por mi -dijo Louis.
-Perdona, pero yo prefiero estar al lado de Niall, que a vuestro lado con vuestras risas es imposible enterarse de la película. 
-Si bueno, que poco le conoces -dijo Louis.
Cogí el cojín que estaba a mi lado y se lo lancé.
-¡Eh!¡No me lances cojines!
-Pues come y calla -dije yo.
Repartimos las pizzas, le dimos al play y comenzamos a comer y a ver la película. Habíamos visto ya mas o menos media película cuando Kaitlyn se apoyó sobre mi hombro y yo pasé mi brazo por detrás de su cuello abrazándola con el.
-¿Quieres mas pizza?-me dijo ofreciéndome lo que le habría sobrado.
Teniendo en cuenta, que habíamos repartido la mitad para cada uno, me dio la mitad de su mitad. 
-No gracias, me he llenado con mi parte.
Dejó el plato sobre la mesa y volvió a apoyarse en mi hombro. El resto de la película, estuve mas atento de 
Kaitlyn que de la película aunque no me perdí ninguno de los momentos graciosos.
Cuando la película termino, entre Kaitlyn y yo recogimos todo. Louis se quedó en el salón para que Shelly no se aburriera.
Cogimos las cajas de las pizzas, los vasos y las latas vacías y lo llevamos a la cocina. Una vez allí, dejamos los vasos en la fregadera y tiramos las cajas y las latas vacías a la basura.
-Oye Kaitlyn...
-Niall, llamame Kait por favor -me pidió ella.
-Está bien Kait. ¿Bueno, queréis veniros con nosotros esta tarde?
-Pues me encantaría, pero no quiero dejar a Shelly sola esta tarde...No puede salir de casa y eso -con su respuesta entristecí un poco -. Pero...Espera un momento.

Kaitlyn empezó a buscar por uno de los cajones de la cocina. De este, sacó un papel y un bolígrafo. En el papel, apuntó algo y me lo dio.
-Llámame cuando quieras -me dijo dándome el papel.
Estuve a punto de decirle haber si mañana estaría dispuesta a verme, pero todo dependía de si Shelly estaba bien o mal, por lo que decidí que la llamaría mañana por la mañana para preguntárselo.
-Gracias Kait -dije después de coger el papel, observarlo y guardarlo en mi bolsillo.
Ella, besó mi mejilla dulcemente, me cogió de la mano y juntos volvimos al salón con Louis y Shelly.
-Louis, tenemos que irnos...-dije yo al mismo tiempo que Kaitlyn se sentaba en el sofá pero sin soltar mi mano.
-Será mejor que vayamos pronto que sino los chicos se enfadan -dijo Louis levantándose del lado de Shelly -. ¿Por que no os venís?
-Se lo acabo de preguntar a Kait.
-Shelly no está como para salir de casa y no quiero dejarla sola -explico ella.
-Kait, si quieres puedes ir...Me da igual quedarme en casa.
-Ya, pero prefiero no dejarte sola por si necesitas algo. De todas maneras, Niall ya tiene mi teléfono y podéis llamarnos cuando queráis y para lo que queráis.
-Entonces, ¿volveremos a vernos?-preguntó Louis.
-¡Claro que si Louis!
-Bueno, chicas, ha sido un placer estar aquí con vosotras -dijo Louis mientras se despedía de las chicas, dándole un abrazo y dos besos primero a Shelly para después hacerlo con Kaitlyn.
-Igualmente chicos -dijeron ellas.
Me acerqué a Shelly para darle dos besos y un abrazo.
-Mejórate -le deseé antes de separarme de ella para despedirme de la rubia.
-Espero que mañana esté mejor -dijo ella.
La verdad, es que yo también esperaba que se recuperara lo antes posible para volver a estar con ellas. Me acerqué a Kaitlyn y ella me recibió con los brazos abiertos.
-Te llamaré pronto -le dije mientras nos abrazábamos.
-Cuando quieras Niall -dijo ella antes de separarnos.
Kaitlyn nos acompañó hasta la puerta y una vez allí, Louis y yo nos dirigimos al coche. Cuando entramos en este, vimos como Kaitlyn se despedía nuestro con la mano antes de que arrancáramos y cerrara la puerta.
Ahora venía la parte mas complicada. Cuando llegáramos a casa, los chicos nos preguntarían donde habíamos estado y todo eso y decirles que habíamos estado con las chicas que conocimos en el parque y con las que hablamos en el coche...A alguno de los chicos no le haría mucha gracia.

jueves, 17 de mayo de 2012

3. POV Liam

Sentimientos? Dos, amabilidad y desconcierto



Habíamos estado muy bien en América, pero todos teníamos ganas de regresar a nuestras vidas. El recibimiento en el aeropuerto había sido increíble. Nos gustaba que nuestras fans vinieran a buscarnos a los aeropuertos porque así nos demostraban, que no se habían olvidado de nosotros a pesar de la distancia.
De los cinco chicos, yo era al que mas le gustaba mantener contacto con las fans. Si, ellos también les hacían caso cuando íbamos por la calle y todo eso, pero lo mío era diferente. Siempre que podía hacía una twitcam para que vieran como estamos, les respondo a los tweets y les presto toda la atención que puedo.
Pero una cosa es que nos guste que nos hagan algo de caso y otra cosa es que nos sigan a todas partes.
Por ejemplo, con lo del aeropuerto ya habíamos tenido suficiente. No nos hacía falta que mas fans nos siguieran en aquel parque. Nos gustaba sentirnos queridos, pero queríamos ser chicos normales. Chicos que puedan pasear por la calle sin tener que pararse a firmar autógrafos o sacarse una foto con alguna chica.

Aquel parque, era uno de nuestros lugares favoritos por el hecho de que casi nunca había gente. Había un pequeño grupo de gente al que no le importaba que estuviéramos por allí o que simplemente no nos reconocían.
Vernos rodeados de tantas chicas en este lugar...Hizo que nos sintiéramos un poco tristes ya que este era nuestro lugar. Nuestro y solo nuestro.
-¡Aaaaaaaah!¡Liaaaaam!¡Loouiis!¡Niaaaaall!¡Zaaaayn!¡Haaaarry!- eso era lo único que se oía por parte de las fans.
Todas nos daban bolígrafos y papeles para que les diéramos su autógrafo. Después, solo teníamos que sonreír, posar para la foto, esperar a que salga el dichoso flash y una fan menos a nuestro alrededor. 
Firmábamos lo mas rápido que podíamos. Solo queríamos salir de allí y poder ir a algún lugar al que por suerte, no nos reconocerían.
Entre las firmas y las fotos, oímos algo que nos llamó la atención ya que casi nunca se oía por allí.
Una risa. Mas bien unas carcajadas muy altas. No era muy corriente oír las risas de alguien en aquel parque, y el haberlo hecho, hizo que todos dirigiéramos la vista hacia las personas que estaban pasándoselo tan bien.
Allí, vimos a dos chicas que estaban riéndose como si no hubiera mañana. Al verlas, no pude evitar sonreír. Me imaginaba a mi mismo como ellas, felices, sin preocupaciones y sin autógrafos que firmar.
Los cinco las miramos, mas bien todo el parque, y al parecer...se dieron cuenta ya que comenzaron a mirar hacia sus lados posando la vista en nosotros.
Las fans, pasaron del tema y comenzaron a gritar nuestros nombres de nuevo. Firmaba las cosas rápidamente ya que en esos momentos, mis deseos eran salir de allí.
Levanté la vista del papel de una fan y miré a aquellas chicas tan risueñas, pero para mi sorpresa, no estaban. ¿Donde podían haberse metido en tan poco tiempo?
-Chicas, tenemos prisa, debemos regresar a casa -mintió Harry.
-¡Noooo!¡Unas fotos mas por favor!-gritaban ellas.
-Lo sentimos, pero no podemos -decía Zayn al mismo tiempo que se habría paso entre las fans.
Tras oponer mucha resistencia, el numero de fans que nos seguía fue disminuyendo. 
No tardamos mucho en llegar al coche. Harry era el conductor mientras que los demás nos acomodamos como pudimos por el coche.
-¿A donde vamos chicos?-preguntó Louis.
-¿A casa?-propuso Zayn.
-Todavía es temprano...-protestó Niall.
-La verdad es que si...-dije yo.
-¿Y si vamos a cenar a algún lado?-propuso Harry.
-¿Y si vamos a...?-intentó decir Niall, pero le interrumpimos todos al mismo tiempo.
-¡¿A Nandos?!
-Que bien me conocéis chicos...-dijo el.
-Bueno...Es el mejor plan que hay -dijo Zayn.
-¿Alguien tiene alguna idea mejor?-preguntó Harry, pero nadie respondió.
-Bueno, pues vamos a Nandos -dije yo.
Harry comenzó a conducir cuidadosamente. Para nuestra sorpresa y para la sorpresa de la población Londinense, comenzó a llover. Las gotas de agua caían con fuerza y muy rápidamente. Todos los que estaban en la calle, comenzaban a estar completamente empapados.

No nos faltaba mucho para llegar, de hecho, estábamos a escasas cuatro manzanas de llegar a Nandos.
-¡Para!-le dije a Harry. Harry paró en seco.
-¿Que pasa?-me preguntaron todos.
-Esas. Esas chicas. 
-¿Que pasa con esas chicas-me preguntó Louis.
-Un momento -Zayn se percató al igual que yo -. ¿No son las que se reían felizmente en el parque?
-Pues...Si -dijo Niall -, parecen ellas.
-Pues van a llegar bien mojadas -dijo Harry. Ese comentario provocó las risas en los presentes.
-¿Y si les llevamos a donde vayan?-propuso Zayn.
-¿Crees que querrán montarse con cinco desconocidos?-dijo Liam.
-Eso se comprueba en un momento -dijo Louis bajando la ventanilla -. ¡Ey!¡Vosotras!
Las dos chicas le miraron bastante sorprendidas.
-¡Venir un momento por favor!-les gritó Louis.
Ellas se acercaban lentamente. Mas bien, la rubia tiraba de la morena que era la que mas resistencia oponía.
-¿Que queréis?-preguntó la rubia. Niall, que iba detrás Louis, bajó su ventanilla también para que Zayn y yo pudiéramos oír y ver todo.
-¿A donde vais?-preguntó Harry desde dentro.
-¿Y a ti que te importa?-le contestó la morena.
-Bueno, relájate porque es para saber si queréis que os llevemos a algún lado porque vemos que os estáis empapando -le contestó Harry en el mismo tono que ella lo había hecho.
-Pues resulta que no queremos nada que venga de vuestra parte...-dijo de nuevo la morena.
-Shelly, calla por favor -le pidió la rubia. Esta parecía muy simpática aparte de guapa.
-Bueno, ¿entonces queréis que os llevemos?-preguntó Niall.
-¡Que no nece...!-comenzó a decir la morena de nuevo. Esta chica era la amabilidad personificada.
-¡Shelly, por favor!-la morena se dio por vencida y calló -. Gracias chicos, pero será mejor que vayamos andando, pero gracias, de verdad.
-Chicas...De verdad que no nos importa -dijo Zayn. La rubia tuvo que agacharse un poco por las ventanillas para poder ver a Zayn.
-Enserio, será mejor que no.
-¡¿Por que no os largáis de una vez con vuestro coche y vuestros asuntos de niños pijos por ahí?!
-Oye, tú -dijo Harry, que comenzaba a enfadarse.
-Perdona, pero tengo nombre chaval.
-Ni que me importara. ¿Os estamos diciendo que nos ofrecemos para llevaros a casa para que no llegues empapada y tu nos tratas así?¿Pero quien te crees que eres maja?
-Harry , calla -le dijo Louis.
-No, no me callo. Esta no sabe con quien está hablando...
-¿Que no lo se?¡Pero si lleváis todo el puto día torturándome con vuestra presencia y los gritos de vuestras fans!¿Nos seguís o algo por el estilo? 
-Shelly...-comenzó la rubia.
-No, no me voy a callar Kaitlyn -dijo la morena.
Ahora ya habíamos descubierto como se llamaban las dos. Todos los que estábamos presentando la pelea entre la tal Shelly y Harry, estábamos algo abochornados por el espectáculo. 
-¿Seguiros?¿A vosotras? Tenemos cosas mas importantes que hacer preciosa.
-Si, aguantar a las locas esas que tienen las hormonas revolucionadas por cinco niñatos. 
-Ya te gustaría a ti pasar una sola tarde con nosotros.
-El día que planee suicidarme de una manera dolorosa, vendré a pasar una tarde con vosotros.
Ya no podía mas. Tanto Harry como la tal Shelly se estaban pasando.
-¡Callaros de una vez!-dije ya desesperado -. Perdón si os hemos molestado.
-No pasa nada -me dijo la rubia -. Vamos Shelly -añadió mientras tiraba del brazo de su amiga -. Gracias y...Encantadas de conoceros.
-Perdona pero yo no estoy encantada -objetó la morena.
-Bueno, pues me alegro de conoceros chicos.
-Adiós chicas -nos despedimos nosotros.
-Eh, tú -dijo la morena antes de que Harry acelerara mientras nosotros subíamos las ventanillas.
-Perdona, pero yo también tengo nombre.
-Mira tu lo que me importa tu nombre...Que sepas, que la próxima vez que me llames preciosa, te voy a hacer que te metas las palabras por el...
-¡Shelly!-no le dejó terminar su amiga.
Las dos se dieron la vuelta y continuaron andando. Nosotros decidimos continuar nuestro camino hacia Nandos aunque antes de que Harry arrancara, vi como Kaitlyn, la rubia, nos miró una ultima vez al mismo tiempo que sonreía. Al parecer, a ella le habíamos caído bien.

Llegamos a Nandos. Niall estaba bastante feliz y entró rápidamente a pedir mientras nosotros le seguíamos.
Pedimos la comida y nos sentamos en una mesa que había libre. Por suerte, aquel lugar estaba algo vacío, cosa que nos alegró un poco.
Todos hablaban menos Harry y yo.
-¿Que os pasa chicos?-nos preguntó Louis.
-Nada...Solo que no entiendo porque las chicas nos han tratado así -dije yo -. Ya sabéis, somos One Direction. Cualquier chica hubiera montado con nosotros en el coche...
-Y encima, no es que nos hayan tratado genial-dijo Harry.
-Bueno, tu no hables muy alto porque no te has callado -le dijo Zayn.
-¡Es que me estaba tocando las narices!¿Encima de que nos ofrecemos a llevarla hasta su casa, que a saber donde viven, se pone a hablarnos así? 
-En eso tienes razón...-dijo Louis.
-Pero Kaitlyn era bastante amable con nosotros que Shelly -añadió Niall. 
-¿Te has aprendido sus nombres Niall?-le dijo Zayn.
-Con la de veces que han dicho el de la morena...No es muy difícil no recordarlo.
-Venga ya, que no las vamos a volver a ver -dijo Louis.
-Eso, olvidémonos del tema y sigamos con nuestras vidas -dijo Zayn.

Después de una cena bastante divertida, cogimos el coche y volvimos a nuestras casas. Harry y Louis se fueron a la casa que compartían mientras que Niall, Zayn y yo nos dirigíamos cada uno a la nuestra.
-Hasta mañana chicos -nos despedimos todos.
Una vez en casa, dejé las chaqueta en el perchero, las llaves sobre el armario de la entrada en su lugar correspondiente y fui a la cocina a beber un vaso de agua.
No dejaba de preguntarme porque la morena nos odiaba tanto si ni siquiera nos conocía. Pero Louis tenía razón. No volveríamos a verlas. Ni a la morena. Ni a la rubia.
Subí a mi habitación a quitarme la ropa y a ponerme el pantalón que solía utilizar como pijama. 
Apagué el despertador porque mañana era nuestro día de descanso y debía utilizarlo para recuperar las horas de sueño perdidas.
Conociéndome, no dormiría hasta muy tarde ya que era bastante madrugador, pero por otra parte, no había quedado con los chicos hasta la hora de comer. Eso significaba que tendría tiempo para estar haciendo un poco el vago por casa.
Quería dormirme, pero por alguna razón o por otra, no lo conseguía. Supuse que sería por causa de Jet lag.
Aunque por otra parte, había otra cosa que no salía de mi cabeza. Esa cosa era la mirada y la sonrisa de aquella chica rubia mientras nos íbamos de aquel parque. 
La verdad, no me importaría volver a coincidir con ella, aunque esta vez, preferiría hacerlo sin la presencia de Harry y la de su amiga.

miércoles, 16 de mayo de 2012

2. POV Shelly

Dos sentimientos, diversión y odio



Por fin otra vez en Londres y con mi mejor amiga. ¿Que mas podía pedir? Solo había una cosa que hubiera hecho que todo fuera perfecto. Si Jon, mi novio, hubiera venido conmigo...Habría sido completamente perfecto. Por suerte, me prometió que pronto vendría a hacerme una pequeña visita, por lo que no tardaría mucho en disfrutar de su compañía.
El viaje fue bastante aburrido pero ver a Kaitlyn en el aeropuerto, me alegró el día. Habría sido una bienvenida perfecta si no habría habido tantas adolescentes gritándoles cosas a los niñatos esos. 
No les conocía demasiado, pero solo con verles y al ver a sus fans...Parecían la típica banda de cinco chavales pijos y algo guapos que volvían locas a las chicas. Engreídos y estúpidos, eso es lo que son.
A Kaitlyn parecía no importarle demasiado la presencia de esos cinco allí al igual que la de las fans, pero claro, seguramente ella habrá tenido que soportar algún que otro numerito parecido a este por las calles de Londres.
Mi mayor deseo: no volver a encontrármelos mas. Ni a ellos, ni a sus fans.
Quería salir rápido de allí, no quería oír ni un solo grito mas de ninguna de esas locas, ya que si lo hacía, era muy probable que reaccionara enfrentándome a alguna de ellas. 
Empecé a llamar a Kait, pero no me hacía caso. Estaba mirando al gran grupo de chicas que había allí o a alguno de los chicos. 
-¡Kaitlyn!-la llamé desesperada.
-¿Que?
-¿Que miras?¿A alguno de esos?-esperaba que no fuera eso.
-Que va, miraba a una de las fans...Me gusta su camiseta.
Después de coger mi maleta, salimos de allí para dirigirnos a casa. Quería instalarme lo antes posible para poder salir a recorrer las calles que hacía tanto tiempo que no visitaba.
El haber dejado de oír los gritos y a esos impresentables que lo único que quieren es causar el furor entre las adolescentes, me sentó bastante bien. Ahora solo quería centrarme en una cosa. En Kaitlyn.
Quería recuperar todo el tiempo perdido con ella y la verdad, es que tenia muchas cosas que contarle.

Al llegar a la casa, me quedé alucinada. Era una casa preciosa y espaciosa...Sin duda, vivir aquí iba a ser como estar en un sueño. Cuando planeamos el irnos a vivir juntas, me dijo mas o menos como era la casa, pero a mi parecer, se quedó corta al describirla.
Después de ver un poco la planta baja, subimos a ver la que sería mi habitación. ¡Dios, era increíble! Sin duda, no tardaría mucho en acostumbrarme a vivir aquí y a disfrutar.
Comenzamos a deshacer mi maleta y la verdad, es que terminamos antes de lo planeado. 
-Ahora solo queda que le des tu toque personal...
Kait tenía razón, pero estaba segura de que no tardaría mucho en hacerlo. ¿Lo primero que haría? Poner la foto que me traje de Jon y mía en mi mesilla de noche.
Estábamos muy hambrientas, o al menos yo, por lo que bajamos a la cocina para comenzar a preparar el menú de hoy.
Kaitlyn aceptó a ser ella la cocinera hasta que yo me familiarizara con los armarios, el horno y con la cocina en general.
Los espaguetis de Kaitlyn, eran de los mejores que jamas había comido. Hizo una gran cantidad, pero con el hambre que yo tenía, no sobraría mucho.
Comimos mientras planeábamos que haríamos por la tarde. Accedió a ir al London Eye, ya que yo me moría de ganas por volver a contemplar Londres desde lo mas alto de la famosa noria.
Terminamos de comer, después de recoger todo y después de haber visto un poco la televisión, salimos de casa y nos dirigimos al London Eye dando un paseo.

En el camino, pasamos por delante de un montón de tiendas que tenían ropa bastante chula en los escaparates, y Kait me prometió que pronto iríamos de compras.
Estábamos algo sedientas, por lo que paramos en un Starbucks que había de camino. ¡Dios! Había extrañado muchísimo. De pequeñas no entrabamos mucho en estos lugares, pero en mis visitas a Kaitlyn, siempre íbamos a un Starbucks a tomar algo. Me atreví a pedir en su lugar, ya que ella prefirió esperar fuera ya que tenía que responder a una llamada.
Recordé que la última vez que estuve con Kaitlyn en uno ella pidió un Mocca Frappuccino, por lo que pedí uno para ella y un Frappuccino de Caramelo para mi.
Salí y me encontré a una Kaitlyn algo desanimada.
-¿Quien era?-le pregunté mientras le daba su frappuccino.
-Nadie importante...
-¿Y como es que ''nadie importante'' ha hecho que te desanimes?
-Es que...Es algo bastante largo de contar...
-Bueno, si quieres no me lo cuentes ahora, pero me lo vas a tener que contar mas adelante.
Sin darnos cuenta, llegamos al London Eye, donde estuvimos un buen rato haciendo cola para poder montar, aunque mereció la pena. Volver a ver aquellas vistas con mis propios ojos, hizo que me emocionara por lo que abracé fuertemente a Kait. Ella, sin decir nada, me abrazó fuertemente sin pedir ninguna explicación.

El trayecto me pareció mas corto de lo que recordaba. No me importó mucho, ya que estaba segura de que pronto volvería a subir.
Cuando bajamos del London Eye, nos dirigimos hacia un parque no muy lejos de allí. Este parque, era un sitio especial para mi y para Kaitlyn. Era el parque al que siempre íbamos antes de que yo me mudara para relajarnos, salir de nuestros problemas y tumbarnos sobre el césped o simplemente para pasar el rato, ya que la ausencia de gente en este lugar, lo convertía en un lugar perfecto.
En cuanto llegamos, nos tumbamos en el césped y comenzamos a dar vueltas por este. Echaba de menos las tardes de locura al lado de Kait aunque esto, no lo podíamos considerar como una locura.
Después de hacer un poco el tonto por el césped, nos sentamos sobre el y comenzamos a hablar.
Le conté gran parte de las cosas que había vivido en España sin muchos detalles ya que para los detalles habría tiempo.
Ella me contó las cosas que habían pasado en Londres en mi ausencia, aunque solo me contó cosas relacionadas con nuestros amigos aquí y poco mas.
-Kait...¿Me vas a contar ahora esa historia tan larga?
-Haber...El que me ha llamado antes era Declan, mi ex novio desde hace tres semanas.
-¿Tu ex?-pregunté sorprendida -. ¿Como no me habías dicho antes que estabas con un tío?
-Quería hacerlo, pero no quería que te enteraras por teléfono...Quería decírtelo en persona y presentártelo pero claro, pasó lo que pasó.
-¿Y que es lo que pasó?
-Un día, en una fiesta que organizaba una amiga nuestra, apenas estaba conmigo y estaba todo el rato en el jardín con un montón de chicas. Al principio me daba igual, porque yo estaba con Shane. ¿Te acuerdas de Shane verdad?-preguntó ella antes de seguir con la historia.
-¡Claro que si! Moreno, alto, ojos marrones, pelo corto...
-Veo que si te acuerdas de el. Bueno, al caso, que la fiesta estaba terminando y quería irme a casa por lo que fui a buscar a Declan al jardín, pero ya no estaba allí. Le pregunté a una de las chicas haber donde estaba y me dijo que había subido a la habitación a buscar a Aideen, la chica que daba la fiesta. Así que subí, y después de mirar en unas cuatro habitaciones lo encontré besándose con Aideen. Al principio se disculpó y dijo que fueron los efectos del alcohol, pero poco a poco fu cambiando su versión y acabó diciéndome que en parte me lo merecía por estrecha. Así que le dí un guantazo, cortamos y salí de aquella fiesta -Kaitlyn se entristeció de nuevo.
-Ey -dije mientras la abrazaba -. No fue culpa tuya. Ni estrecha ni nada, todos los tíos son iguales.
-Shelly...Llevábamos siete meses juntos cuando paso esto...
-¡¿Siete meses?!
-Si...
-¿Le has tenido a dos velas durante siete meses? -Kaitlyn y yo reímos -. Al menos, he logrado que sonrías.
-Jajajaja, si, siete meses...
-Sigues tan puritana como siempre Kait...
-Y tu tan graciosa como siempre Shelly...
Sonreímos, nos dimos un abrazo, y nos tumbamos sobre el césped de nuevo.
-¿Y tu que tal con...Jon?-me preguntó ella.
-Pues genial. Llevamos un año juntos y a diferencia de ti, no le he tenido a dos velas.
-Perdóname por no ser tan liberal como tú.
-Tranquila, quedas perdonada.
Kait me dio un leve empujón y con eso se ganó que yo la despeinara.

Estuvimos toda la tarde sentadas en aquel parque, teniendo una conversación amena y pasándonoslo realmente bien. Apenas había casi gente en aquel parque. Estábamos nosotras, un par de parejas en algunos bancos, algunas otras paseando y los típicos niños jugando con el balón.
Todo seguía su curso, hasta que empezamos a oír algunos gritos. Los gritos, se intensificaban por momentos por lo que decidimos levantarnos para ver que pasaba.
No me lo podía creer. Otra vez. Otra vez gritos de adolescentes repugnantes y como no, otra vez los cinco niños pijos del aeropuerto.
-¿Otra vez?-pregunté yo desesperada.
-Si...Otra vez One Direction Shelly...
-¿Nos los tenemos que encontrar en todas partes?¿Nos siguen o algo?
-Pues no lo se...¿Nos acercamos?-fulminé a Kaitlyn con la mirada.
-¿Me estas vacilando?¿De verdad quieres acercarte a ese grupo de niñatas que nos van a dejar sordas a este paso, para ver a uno de esos estúpidos?
-En realidad no, era para ver que decías.
Lo que comenzó siendo una tarde tranquila y divertida con mi mejor amiga en nuestro parque favorito, se convirtió en una pesadilla protagonizada por unas locas que no dejaban de torturarme con los gritos provenientes de sus voces chillonas, a las que no les importaba la gente que estuviera en el parque.
-No entiendo como esas chicas pueden estar tan locas y comportarse así por un grupo de niñatos que solo se preocupan de su imagen y de tener bonitas fotos con las fans -le dije a Kaitlyn mientras observaba a aquellas chicas con cara de asco.
-Déjalas, si así son felices...Ademas en el fondo no es tan malo. Son sus ídolos y solo quieren un autógrafo y una foto con ellos...
-Si me parece genial que quieran estar con ellos. Por mi como si se los llevan a sus casas para ellas solas. De verdad, que se los doy con un lazo rojo de regalo y todo...que a mi me da igual. Pero podrían respetar un poquito a los demás, ¿no crees?
-Pues si podrían la verdad...Pero están cegadas por ellos -dijo Kait como si las comprendiera...¿A caso le gustaba el grupo o algo?
-Oye Kaitlyn...¿Te gusta el grupo o alguno de ellos o algo por el estilo?
-Bueno, no cantan mal y eso, pero no me considero su fan...Antes me hago belieber.
Esa ultima palabra hizo que nos riéramos tan alto, que todo el mundo comenzó a mirarnos. Hasta las locas esas y los cinco niñatos nos miraban y encima, estos últimos no nos quitaban la mirada de encima, mayormente dos de ellos.
-Bueno, belieber mejor no -le dije yo.
Las fans locas volvieron a centrarse en sus amores platónicos y empezaron a gritar de nuevo.
Me estaba poniendo de los nervios. Yo quería decirles algo a las niñatas esas, pero Kaitylun me convenció para irnos y menos mal que lo hizo, porque conociéndome, habría acabado pegando a alguna de esas y ella no quería que desde mi primer día allí me metiera en problemas, como solía hacer de pequeña. No era la típica chica que siempre andaba en problemas, pero tampoco era un angelito. Simplemente me gustaba lo justo. Si alguien se metía con alguna amiga mía, con migo, con alguien al que quiero o algo que me importara demasiado, lo defendía con uñas y dientes.
Sin mas dilación y bajo la mirada de alguno de esos cinco estúpidos, salimos de aquel parque y comenzamos a andar de nuevo para llegar a casa.

martes, 15 de mayo de 2012

1. POV Kaitlyn

Reencuentro

Hoy era el día. El gran día. Después de cinco años, por fin me reencontraría con mi mejor amiga. La había echado muchísimo de menos desde que se fue a España. Su madre se había casado con un español y
debía irse a vivir con ellos. Esa fue la razón que nos hemos mantenido alejada tantos años, pero ahora que nos íbamos a reencontrar...Estaba muy emocionada. 
En todo ese tiempo, solo nos habíamos visto un par de veces: en unas vacaciones que fui a España a visitarla porque la extrañaba mucho y en otra ocasión, en la que fue ella la que vino a Londres a verme a mí, pero ya habían pasado unos cuatro años de eso. Solíamos hablar a menudo por teléfono y por redes sociales, pero no era lo mismo que cuando ella vivía en Londres y nos veíamos todos los días. 
Ahora que volvía para quedarse, todo sería igual que antes de que se marchara. No, sería mucho mejor ya que ahora éramos mayores de edad y podíamos hacer lo que quisiéramos y cuando quisiéramos sin que nuestros padres nos dijeran nada. Además, solo venía ella. Se quedaría en la casa que mis padres me regalaron por cumplir los dieciocho años, aunque anteriormente había sido de mi abuela. Solo tuvimos que reformarla y decorarla a mi gusto y al que supuse que a Shelly le gustaría..Viviríamos juntas, como siempre habíamos soñado desde que éramos muy pequeñas. Nos pasábamos el día planeando nuestro futuro juntas, aunque cuando se fue, todo se arruinó y lo dimos por perdido. Pero ahora que regresaba...Podríamos retomar todos los planes que hicimos.
Eran las nueve y media de la mañana cuando me digné a salir de casa para ir a recogerla al aeropuerto. No había mucho tráfico, por lo que llegué antes de lo previsto a pesar de haber salido de casa con retraso,
A cada segundo que pasaba yo me ponía más nerviosa. Todavía no me podía creer que volvería a tenerla a mi lado después de haber estado tanto tiempo sin ella. Después de haber incluso llorado su ausencia en los peores días de mis días, ahora volvería a mi vida por la puerta grande.
Comenzaba a desesperarme. Miré mi reloj. Eran las diez menos cuarto y Shelly tenía que haber llegado hace mas o menos diez minutos.
Levante la vista de mi reloj para evitar ponerme más nerviosa. Oí como alertaban a las personas que estaban en el aeropuerto de que se realizaría un aterrizaje. Supuse que ella bajaría de este y ese pensamiento hizo que me impacientara. Necesitaba verla, abrazarla y decirle lo mucho que la había echado de menos.
Había visto unas cuantas fotos de ella en Tuenti por lo que supuse que sería capaz de reconocerla a pesar de que hacía años que no nos veíamos.
Un montón de gente llegó al aeropuerto. Eran casi todas adolescentes con cámaras de fotos en las manos y alguna de ellas llevaban la cara pintada de unos nombres que me resultaban muy familiares. No me acordaba de que hoy los chicos de One Direction regresaban de su gira por América. 
Siempre me había parecido que las adolescentes son muy exageradas. Una cosa era que te gustara su música como me pasaba a mi, pero eso de ir a recibirles al aeropuerto con las caras pintadas...Me parecía demasiado.
No quise entretenerme con esas chicas. Yo estaba allí para darle la bienvenida a mi mejor amiga y para aprovechar el tiempo a su lado.
El avión que venía de España aterrizo. Cada vez estaba mas nerviosa, pero en cuanto le diera un abrazo, todo estaría al igual que siempre.
La gente comenzó a desembarcar al mismo tiempo que algunos guardias de seguridad ponían algo de orden en aquel aeropuerto.
Aquel grupito de Directioners estaba cerca de mi, por lo que me alejé de ellas para que no me relacionaran con ellas. Estaba loca, pero no tanto.
Un montón de gente comenzó a coger sus maletas, pero todavía no había visto a Shelly por ningún lado. Comenzaba a ponerme nerviosa porque tal vez había pasado algo y venía en el siguiente vuelo o incluso no venía. Me dí la vuelta para mirar a una chica que estaba gritando por la ilusión de que vería a uno de sus ídolos. ¿Era necesario llamar la atención cuando todavía no habían ni llegado?
Me llevé las manos a la cabeza, me peiné un poco como pude y me di la vuelta de nuevo. Al hacerlo, una sonrisa se dibujó en mis labios al encontrarla allí. Estaba tan guapa como había visto en las fotos aunque algo perdida ya que no me encontraba. 
-¡Shelly!-grité con la esperanza de que al escuchar mi voz, pudiera localizarme.
Desde donde yo estaba, vi como una sonrisa al igual o incluso mas radiante que la mía se dibujaba en sus labios, al mismo tiempo que venía corriendo hacia mi.
Hice lo mismo y comencé a correr hacia su dirección y cuando estábamos a menos de diez centimetros de distancia, extendí mis brazos y la abracé fuertemente. Ella, con sus brazos, también me abrazaba fuertemente a mi bajo la mirada de todas las adolescentes enloquecidas.
-¡No sabes cuanto te he echado de menos Shelly!-le dije sin soltarla.
-Ni la mitad de lo que te he extrañado yo.
-Joder, estas guapísima Shelly...
-¿Y tú que?
-¿Yo que?
-¿Te has mirado al espejo estos últimos años? Estas preciosa Kaitlyn.
-¿Que tal está tu madre?-le pregunté.
-Pues igual de loca que siempre la verdad...¿Y tus padres?
-Igual de pesados que antes.
Las dos reímos mientras nos dirigíamos a coger sus maletas. La gente no dejaba de coger maletas, mientras que Shelly y yo seguíamos esperando a que salieran las suyas, pero no había ni rastro de ellas. 
Decidimos esperar unos minutos para ver si salían mientras le iba contando donde viviríamos y todo eso. Ella estaba emocionadísima de estar aquí en Londres conmigo y aún mas de quedarse a vivir aquí. Sin duda, sería la mejor etapa de nuestra vida, pero para empezarla, debíamos recuperar sus maletas.
Al ver que no salían, nos dirigimos a un mostrador en el que había una chica joven que parecía bastante amable. 
Después de contarle lo que pasaba, llamó a alguien para que se aseguraran de que no se habían dejado ninguna maleta en alguna parte del avión. Al parecer, Shelly no era a la única que le había pasado esto ya que había unas cuatro personas mas en la misma situación que nosotras.

Estábamos hablando de nuestras cosas, cuando el grupo de chicas que había allí comenzó a gritar, a llorar y a sacar fotos a aquellos chicos que acababan de aparecer por las puertas de desembarque. Ya estaban dando la nota.
-¿Que es lo que pasa?-preguntó Shelly.
-Esos chicos, son los de One Direction, un grupo bastante famoso de por aquí...
-He oído hablar de ellos...
-¿Te gusta su música?-le pregunté sorprendida. Que yo recordara, ese no era el tipo de música que le gustaba a Shelly.
-Sin mas, algunas canciones son chulas, pero ellos me caen mal.
-¿Y eso?
-Parecen unos niñatos completamente pijos y engreídos -me confesó.
¡Shelly y su sinceridad! Seguía siendo la misma Shelly que se había ido de mi lado años atrás.
Mientras hablaba con ella, eché un vistazo a las fans que no dejaban de gritar y de sacar fotos. Reconocía a los chicos de varias revistas y de que me consideraba su fan, pero no tanto como esas locas. 
Iba a volver a mirar a Shelly cuando vi a la única persona de ese grupo que realmente llamaba mi atención. Me debí quedar bastante atontada mirándolo ya que cuando me quise dar cuenta, el me estaba mirando y Shelly me llamaba.
-¡Kaitlyn!
-¿Que?
-¿Que miras?-me preguntó ella mirando en la dirección a la que yo miraba segundo antes -. ¿A alguno de esos?
-Que va, miraba a una de las fans...Me gusta su camiseta -disimular se me daba bien.
-Chicas, las maletas han aparecido en otro compartimento del avión. En diez minutos las tendréis aquí -nos dijo la azafata que nos había atendido anteriormente.
Nos sentamos en las sillas que había en el aeropuerto mientras que yo, sin que Shelly se diera cuenta o sin que se me notara mucho, estuve observando a los chicos.
Pronto nos llamaron para coger las maletas de Shelly y tras recibir las disculpas de aquella azafata, nos fuimos del aeropuerto para que Shelly se instalara en casa. 
-Por fin -dijo ella cuando salimos y entramos en el coche.
-¿Que pasa?
-Que por fin vamos a dejar de oír a pesadas gritar cosas y con suerte, no se nos han derretido las retinas con los flashes de las cámaras.
-Pues la verdad es que si -dije yo aunque en parte, me hubiera gustado quedarme un rato mas allí para observarle desde la lejanía.

No tardamos mucho en llegar a casa. Shelly se quedó alucinada al verla por dentro. Subió corriendo a su habitación a dejar las maletas para poder seguir viendo la casa. 
-¡Es increible!- dijo ella mientras se tumbaba en el sofá.
Tal vez era que yo estaba acostumbrada a verla y por eso no me resultaba tan alucinante, pero me gustaba que Shelly estuviera contenta y cómoda en la casa. La casa estaba en Old Jewry. No era la típica casa de estudiantes pero tampoco era una muy lujosa. Por fuera, era blanca, con un jardín en el que había una pequeña piscina que pusimos al reformar la casa. ya que el jardín solo contaba con una barbacoa y tenía bastantes metros desaprovechados.
Estaba rodeada por una verja de una altura media con unos setos bastante altos a su alrededor, para que ningún intruso pudiera entrar en la vivienda o ver que estábamos haciendo en el interior.
Por dentro, la casa era de dos pisos. En la planta baja estaban la cocina, el salón, un baño, un recibidor y como no, las escaleras que subían al piso superior. En este, había tres habitaciones, cada una con su baño y también constaba de una sala de relax. Estaba equipada de unos pufs, un reproductor de música, algún sofá,   una televisión como la de el salón y como no, la Wii, la Play Station y un armario lleno de juegos de mesa.

Después de que Shelly se acomodara y viera bien cada rincón de la casa, teníamos pensado ir a un Starbucks, pero antes queríamos deshacer su maleta. Nos pusimos manos a la obra y entre risas y recuerdos, sobre la una terminamos de equipar su habitación a su gusto.
-Me encanta -dijo ella tumbándose sobre el edredón purpura de su espaciosa cama.
-Ahora solo queda que le des tu toque personal...
-Tranquila, no tardaré mucho en hacerlo, pero ahora...
-¿Ahora que?
-Tengo hambre -dijo ella levantándose enérgicamente de la cama.
Echaba de menos su constante sentimiento de hambre insaciable.
-Que raro que tengas hambre...
-Si en el avión la comida hubiera sido decente, ahora no tendría tanta hambre -dijo ella tirando de mi para bajar a la cocina para preparar la comida -. Venga vamos.
Bajamos a la cocina. Como todavía no sabía donde estaban las cosas con exactitud, yo fui la cocinera por el momento. Ya tendría tiempo de cocinar ella también su ''riquísima'' comida Española.
No nos complicamos demasiado con el menú. Unos espaguetis, una ensalada y con eso, saciamos nuestro apetito.
Shelly se moría de ganas por montar de nuevo en el famoso London Eye, así que nos pusimos los zapatos, cogimos las llaves de casa y salimos hacia aquella construcción que Shelly tanto había añorado.