miércoles, 7 de enero de 2015

46. POV Niall

Alguien ha regresado ¡Por fin!

Alguien se lleva una gran sorpresa

Lo mejor de las peleas son las reconciliaciones

Serían las nueve y media de la mañana y ya estaba frente a su puerta y no paraba de pensar como había dejado que los chicos me convencieran de esto.
...........................................Flashback................................................
-Venga ya Niall, es una buena idea.
-Zayn, me voy a ganar un guantazo.
-Que no, a todas las chicas les gustan cosas como esta.
-No a Kait.
-Le va a gustar...
-¿Tú también Louis?
-Es que es verdad, va a quedarse sin palabras.
-Que no, no insistáis más.
-Niall...
-No Harry, no voy a hacerlo.
-Que lo decida Liam -Zayn fue quien lo dijo -. Es el sensato y también la conoce bastante bien... Diría que mucho más que algunos de nosotros...
-Es buena idea -Harry asintió ante las palabras de Louis.
-¿Tú que dices Liam? -lo pregunté con miedo.
-Se que cuando te vea y más sin avisar le va a doler...
-Exacto, no lo...
-Pero le hará ilusión -me interrumpió -. Niall, a toda chica le gusta que el chico que quiere se presente en su casa y le diga que le quiere.
-¿Soy el único que piensa cosas con sentido? Recordad que Kait no es como el resto.
-Eres el único que puede traer de vuelta a la Kait dulce...
-Liam...
-Hazlo por mi Niall...
-¿Por ti? -pregunté sorprendido.
-Trae a mi mejor amiga de vuelta...
....................................Fin del flashback................................................
En realidad no lo hacía por Liam, lo hacía por mi. Necesitaba volver a verla para ver que sentía, ver como reaccionaba ella, probar si este tiempo sin ella me había cambiado... Y bueno, necesitaba tenerla ante mi para volver a ver sus preciosos ojos y radiante sonrisa. Siempre y cuando sonriese.
Nada más tocar el timbre pude comprobar una de las cosas que quería: mi corazón seguía acelerándose solo de pensar que en cuestión de minutos la vería.
-Har...-se calló de golpe.
-No es Harry -la miré con una sonrisa.
-Niall -dijo en un suspiro y se abalanzó sobre mi -. ¿Qué haces aquí?¿Dónde está el resto?
-Shelly, tienes que hacerme un favor...
-A ver si adivino, Kait.
-Sí... -rió -. Necesito que nos dejes a solas.
-¿Pretendes que me mate? Ha estado muy mal por ti estos últimos días...
-Lo sé, por eso necesito hablar con ella.
-¿Y por qué no la llamas antes de presentarte en su casa? Me vas a meter en un lío...
-Shelly, Harry dice que -se quedó completamente quieta a media altura de las escaleras con los ojos clavados en mi figura.
-Niall, no va a hacer falta que te ayude a nada... -Shelly puso su mano en mi hombro -. ¿Qué quería Harry?
-Que...-le costaba hablar y seguía sin quitarme la vista de encima.
-¿Qué quería Kait?
-Su casa. Que vayas a su casa -dejó de mirarme para mirar a su amiga -. Y no soy tu recepcionista -le enseñó su móvil.
-Bueno, entonces os dejo -me dio un abrazo y subió para coger el móvil de la mano de Kait -. Estoy segura de que tenéis cosas que hablar -le dio un abrazo y volvió a bajar para abrazarme a mi -. Suerte -susurró en mi oído antes de irse. Kait seguía ante mi sin moverse. Supuse que se acababa de despertar por el hecho de que llevaba un camisón bastante corto encima y aún tenía el pelo recogido, como siempre lo llevaba cuando bajaba a desayunar.
-Estás... -me costaba hacer frases completas por los nervios -. Estás... Preciosa.
-Recién levantada mucho mejor no se puede estar..-reímos.
-Me alegro de verte Kaitlyn -me di cuenta de que inconscientemente estaba sonriendo. Segunda  duda comprobada: seguía poniendo cara de tonto enamorado cuando la tenía frente a mi.
-Has vuelto... -comenzó a bajar las escaleras que le quedaban para ponerse a mi lado.
-Las vacaciones no duran mucho.
-Vacaciones -repitió.
-¿Qué tal estás de lo del accidente? -sus ojos no dejaban de mirar los míos y los míos no dejaban de mirar los suyos. Pestañeábamos lo justo y necesario. Mi corazón comenzaba a latir más y más fuerte.
-Tengo que tomarme unas pastillas para el dolor muscular pero bastante bien. ¿Tú que tal?
-Bien...
-Me alegro...
-Y yo -nos quedamos los dos en silencio -. Bueno, yo venía a ver como estabas... Será mejor que me vaya. Ha sido un placer volver a verte Kaitlyn -me dirigí a la puerta y la abrí con cuidado. Quería salir de allí porque me había dado cuenta de que a pesar de que yo pensase que lo había superado y que ya no me dolería estar frente a ella, no era así. Me dolía tenerla a apenas unos centímetros sin poder besarla, o sin poder tenerla entre mis brazos.
-Niall -me llamó y noté que su mano estaba cogiendo la mano que yo tenía libre -. No... No te vayas. Por favor -cerré los ojos y respiré hondo. Que me pidiese aquello después de tanto tiempo hizo que algo en mi estomago se removiese. La miré y ella estaba mirando nuestras manos, para luego mirarme a mi. Solté la puerta -. ¿Por qué Niall?
-¿Por que qué?
-¿Por qué te fuiste? -vi que una lágrima descendía por su mejilla, lágrima que ella se encargo de secar rápidamente.
-Eso ya no importa...
 -Sí, sí importa Niall -me miró a los ojos -. Necesito saberlo.
-Por ti... -me miró fijamente.
-¿Por mi?
-Cuando Jake entró aquel día en el hospital me di cuenta de que ya nada era lo mismo... Cuando le viste tu mirada se volvió alegre y tierna, lo contrario que cuando me mirabas a mi -respiré hondo para no llorar -. En ese momento me di cuenta de que te estaba haciendo daño y no quería que sufrieses por mi... Lo nuestro no tenía solución -ella dejó de mirarme -. Jake es bueno para ti Kaitlyn.
-Has pasado de no parar de pedir que te de una oportunidad a empujarme a los brazos de otro -su tono era duro.
-Es lo mejor para ti...
-Está bien, si es lo que quieres lo haré -comenzó a caminar hacia el salón pero fui tras ella.
-No es lo que quiero Kaitlyn, es lo que pienso que te va a hacer feliz.
-¡¿Y quién eres tú para decidir que me va a hacer feliz o no Niall?!
-¿A que viene esto?
-A que no tienes que pensar en mi, en que es bueno para mi o no, porque eso lo decido yo.
-Kaitlyn, no te entiendo...
-Da igual.
-No, no da igual. ¡Me fui de aquí por ti, para que pudieses ser feliz sin mi, tú misma me dijiste mil veces que me fuera, me voy y ahora resulta que hago mal en irme!
-¡Me dejaste cuando más te necesitaba!
-Pasé todos y cada uno de los días que pasaste en el hospital a tu lado. No me digas que no estuve a tu lado cuando debía.
-Lo sé, me lo contó Shelly. Igual que le dijiste que ojala hubieses sido tú quien estuviese en coma.
-Es cierto.
-¡¿Cómo puedes decir eso Niall?!
-¡Es lo que siento Kaitlyn!¡Haría todo lo que fuese necesario por evitarte cualquier sufrimiento! -comenzó a llorar -. Lo siento...
-¿Es qué no ves que no me lo merezco? No merezco nada de lo que has hecho por mi Niall... -no paraba de llorar. En ese momento pasó por mi cabeza la idea de darle un abrazo y aunque sabía que después probablemente me ganaría un guantazo, lo hice.
-Si te lo mereces Kait...
-No después de como te he tratado. Soy gilipollas.
-No lo eres. Eres perfecta... -acaricié su mejilla.
-Niall... Se que lo de la foto fue un montaje -sequé las lágrimas que caían por sus mejillas, pero pronto aparecían más -. Una de las chicas que estaba presente me lo contó todo... Fue Declan Niall, Declan estaba detrás de todo... -volvió a abrazarme.
-Da igual Kait...
-¿Cómo que da igual? -me miró sorprendida.
-Si no habría sido la foto, hubiese sido Mackenzie, sino Jake, sino mil cosas... Iba a pasar.
-¿Me estás diciendo que tarde o temprano habríamos roto?
-Sí... -se levantó de golpe -. ¿A donde vas?
-Ya veo cuanto me querías.
-¿Qué dices?
-Nada Niall. Amigos. Seremos amigos. No te preocupes que saldré con Jake tal y como y tú me has pedido -comenzó a caminar pero se tropezó con la alfombra y calló sobre mi. Se quedó mirándome fijamente al igual que yo no podía dejar de mirarla a ella. Mis manos rodearon su cintura.
-Suéltame -me ordenó. Mis manos subieron a sus mejillas para secar las lágrimas que quedaban en ellas.
-Yo no quiero que salgas con Jake - sabía que una parte de ella quería alejarse de mi pero también sabía que otra parte de ella, y no sabía si era grande o pequéña, quería quedarse allí conmigo, a escasos centímetros de mis labios. Tenía que comprobar que parte era mas fuerte.
-No es lo que has dicho hace un rato.
-Te he dicho la respuesta coherente, no lo que yo quiero -comencé a acariciar su mejilla suavemente y sus ojos se cerraron. Al parecer iba ganando la parte que quería quedarse conmigo.
-Niall...
-Solo quiero que seas feliz -acerqué mis labios un poco más a los suyos.
-Niall... Dime... Dime que es lo que... lo que tú... tú quieres -me pidió con los ojos aún cerrados.
-Quiero que estés conmigo -vi que las lágrimas volvían a caer por sus mejillas. Acerqué mis labios un poco más -. Quiero que vuelvas a ser mía Kaitlyn -abrió los ojos y me miró. Después de meses volví a ver aquella mirada que me encantaba. Pude ver en sus ojos que ella me quería.
-Dilo de nuevo. Por favor.
- Estoy enamorado de ti -no sabía como se tomaría aquello último pero lo dije. Durante mi escapada se me había pasado por la cabeza este hecho, y era la única manera de justificar todo lo que me había pasado últimamente. El amor es algo irracional que te hace feliz en algunos momentos y sufrir en otros, pero la clave es ser fuerte, luchar y superar esos momentos. Sus ojos se abrieron como platos dejándome una perfecta vista de ese brillo tan especial de su mirada.
-¿Qué has...
-Te quiero Kaitlyn -la interrumpí mientras una lágrima caía por mi mejilla. Una cosa es asumir lo que sientes y otra muy distinta decirlo en voz alta, y más si es a la chica que amas. Me quedé inmóvil debajo de su cuerpo cuando sus labios buscaron los míos y se posaron en estos. Por mucho tiempo que pasaran separados, estos seguían encajando a la perfección y moviéndose en armonía. Estaban hechos los unos para los otros, igual que nuestras lenguas.
Sin separarse de mis labios logró situarse sobre mi a horcajadas y debo ser sincero: volver a tenerla así sobre mi me volvía loco.
Notaba como cada parte de mí se estremecía cada vez que ella tocaba mi piel, cada vez que me besaba, cada vez que se movía sobre mi e incluso cada vez que respiraba o reía sobre mis labios. Sus manos bajaron de mi cuello hacia mi pecho y me sorprendieron abriendo los botones de mi camisa sin esfuerzo alguno mientras yo besaba su cuello. ¡Dios, su aroma era tal y como lo había recordado durante todo este tiempo!
Mis manos bajaron por su espalda hasta sus piernas donde pude notar que el camisón tapaba con dificultad mas allá de la mitad de sus muslos. Al acariciar estos hice que ella se moviese sensualmente sobre mi lo que hizo que un suspiro saliese por mis labios. Mis manos treparon por su cuerpo y mientras que una se paró a la altura de su cintura la otra subió a su cuello para obligarla a acortar distancias entre nosotros. La poca que quedaba, mejor dicho.
-Para para -pidió alejándose escasamente de mis labios, pero no le hice mucho caso -. Niall... para... -volvió a pedir.
-No quiero parar...-dije mientras besaba su cuello lo que hizo que a ella respirase con dificultad.
-Si vas a querer...
-No veo ningún motivo por el que vaya a querer dejar de besarte -volví a besar sus labios cortamente.
-¿Y si te digo que es para subir arriba? -susurró en mi oído para después besar mi cuello. La miré y en sus ojos vi ese toque de locura que me encantaba de ella.
-Para llegar allí no tengo que dejar de besarte -después de disfrutar de su sonrisa volví a capturar sus labios. Los había echado mucho de menos así que no los soltaría durante mucho tiempo. Se puso de pies y comenzó a caminar dejándome una bonita vista de su espalda y demás -. ¿Quién te ha dado permiso para levantarte y dejarme aquí?
-Si tanto me deseas, ven a por mi -se paró junto a las escaleras donde adoptó una sexy y provocadora pose. En un abrir y cerrar de ojos ya estaba junto a ella rodeando su cintura con mis brazos. Bajé mi mirada a sus manos las cuales subían lentamente acariciando mi desnudo abdomen hasta llegar a mi cuello, cual rodeó con sus brazos antes de volver en busca de mis labios. Me sorprendió cuando dio un salto para subirse sobre mi. Mis manos bajaron rápidamente a su trasero para sujetarla mientras sus piernas rodeaban mi cintura. Esto último hizo que mi temperatura corporal y lo que no era mi temperatura se elevaran desmesuradamente. Me resultó bastante complicado subir las escaleras con Kaitlyn besándome el cuello sin parar. De hecho, tuve que hacer un par de paradas por el pasillo apoyándola contra la pared ya que era la única manera de ser yo quien la entretuviera besándola para poder calmar mis ganas de hacerla mía en ese mismo pasillo. Por suerte llegamos a la cama y aunque no se como lo hizo sin bajarse de mi, Kait logró que yo cayera debajo de ella.
-Noto que hay alguien que se alegra de verme -reímos ante su comentario pero pronto dejamos de hacerlo para poder besarnos. Maldije hacia mis adentros cuando se alejó de mis labios pero casi morí de placer cuando comenzó a hacer sensuales movimientos sobre mi mientras se soltaba el pelo. Debía admitir que me empezaba a gustar esta faceta de la nueva Kaitlyn pero ¡Dios, me iba a volver loco!
Cuando volvió a dirigirse hacia mi deseé que lo hiciese para volver a besarme pero en lugar de eso besó mi cuello y bajó por todo mi torso besando este último. Una vez en el borde de mis pantalones utilizó sus manos para desabrochar mis pantalones y quitarmelos de encima. Agarró el cuello de mi camisa y tiró levemente de esta obligándome de esa manera a sentarme y estar a escasos centímetros de ella, que fue cuando yo aproveché para robarle un beso mientras que ella lo aprovechó para quitarme la camisa. Volvió a moverse sobre mi provocando entre otras muchas cosas que sus pechos se pegasen al mio. Desde que la había visto en lo alto de las escaleras había deseado quitarle ese sexy y bonito camisón pero ya era hora de dejar de luchar contra el deseo, así que con mis manos logré que esa prenda chocara contra la pared de enfrente y pronto abracé su desnudo cuerpo mientras que ella rodeó mi cuello con sus brazos de nuevo. Sus manos bajaron a mi espalda arañándola ligeramente mientras mis manos bajaron por la suya hasta el borde de su ropa interior, pero se alejó de mi dejándome sentado sobre la cama.
-¿A dónde vas? -pregunté con intriga deseando que no me fuese a dejar en ese estado. Necesitaba desesperadamente hacerla mía.
-Shh -posó un dedo sobre mis labios ya que no estaba demasiado lejos. Cuando llegó al borde de la cama se puso en pie y se quitó la ropa interior sensualmente. Volvió a gatas a por mi y a medida que ella se acercaba yo me tumbaba un poco más. Besó mis labios con bastante pasión y quise aprovechar para ponerme sobre ella, pero puso la mano en mi pecho para impedírmelo.
-Esta noche solo te toca disfrutar -sonreímos ante sus palabras. Me besó, se colocó sobre mi y comenzó a moverse suavemente. Hacía tanto tiempo que no lo hacia con nadie que intenté no sobreexcitarme, pero con las ganas que tenía de hacerlo y especialmente con Kait... No sabía como acabaría la cosa. Juro que volver a sentirla de esta manera era una sensación inexplicable. Poco a poco comenzó a moverse más y más rápido y algún que otro gemido se escapaba de nuestras bocas. Para controlarme mantenía mis manos ocupadas aferrándome con fuerza a las sábanas, al cabecero de la cama o alguna parte de la anatomía de Kait, pero cada vez que hacía esto último ella gemía con más fuerza y eso me encendía más.
-Hay algo que debo decirte -dijo torpemente sobre mis labios decelerando sus movimientos pero haciéndolos profundos.
-¿Ahora? -asintió levemente y dejó de moverse -. ¿Qué te preocupa?
-Nada... Pero tengo que confesarte algo.
-¿El qué? -me estaba poniendo nervioso
-Te quiero -una sonrisa invadió mi cara cuando oí aquellas palabras -. Estoy enamorada de ti Niall -susurró en mi oído. 
-¿Qué?
-A pesar de todo este tiempo... Nunca he podido olvidarte... Quería decirtelo -las lágrimas inundaron sus ojos.
-No llores...
-Es de felicidad...
-Sh -volví a acercarme a sus labios y estos se abrieron para mi. Comenzó a moverse de nuevo y nuestras respiraciones agitadas se mezclaron. Se movía rápidamente mientras gemía y reía sobre mis labios y a pesar de mis esfuerzos de querer aguantar hasta el amanecer, pronto logró que los dos cayesemos satisfechos sobre la cama. 

Ninguno de los dos dijo nada, nos dedicamos a escuchar como tanto nuestras respiraciones como nuestros latidos volvían a su ritmo habitual.
-Kait, me habría gustado estar más ti...-posó su dedo sobre mis labios impidiéndome hablar
-Ha sido perfecto -me besó cortamente y abrazó mi cuerpo -. No lo hacía desde antes de la gi... -se calló de golpe.
-¿Qué?
-No es nada, da igual -volvió a besarme para distraerme, pero me alejé.
-No Kait, ¿cómo que desde antes de la gira?
-Yo... 
-¿Y todos estos meses? -estaba alucinando. Kait había estado con otros tíos y sabía que se los había traído a casa.
-Nada...
-¿Y todos esos tíos?
-Ninguno.
-¿Cómo que ninguno?
-Pensé que Shelly te lo había dicho...
-¿Shelly lo sabe?
-No el motivo.
-¿Y cuál es?
-Siempre que conocía a uno de los chicos estaba muy borracha. Lo bueno de eso era que lograba sacarte de mi cabeza pero lo malo era que no pensaba en las consecuencias -se quedó en silencio por unos minutos -. Al principio bebía poco y los tíos no conseguían más que un beso o ni si quiera eso, les calentaba para nada. Me acostumbré a esa cantidad de alcohol y pronto tuve que aumentar la dosis para dejar de pensar en ti, pero cuando traje a un chico por primera vez, me di cuenta que no pensaba en ti pero si te tenía en cuenta.
-¿A que te refieres?
-Elegí a todos y cada uno de ellos porque tenían cosas en común contigo -intenté hablar pero no me dejó -. Los que llegaban a casa eran los que tenían algunas de las cosas que me habían enamorado de ti: el primero la dulzura, el segundo la forma de mirarme, el tercero los besos... -eso último hizo que me molestase -. Pero cuando querían más me daba cuenta de que tú nunca me lo hubieses pedido y les despachaba. El resto de la noche era lo peor porque tu recuerdo volvía a mi cabeza como un terremoto dejándome completamente confusa...
-Jake no se parece nada a mi -lo dije sin pensar.
-Te equivocas, es el que en más aspectos se parecía a ti: me miraba como si quisiese guardarme en su memoria, me hablaba con dulzura cuando debía y con picardía cuando era oportuno, me acariciaba como si fuese lo más frágil del mundo... Me besaba con cariño... -le daría un guantazo a Jake por haberse atrevido a besar a mi Kait.
-¡¿Quién se cree que es para poder besarte?!
-Te noto algo celoso... -rió ante la situación.
-Espero por su bien que no te haya hecho nada más que eso.
-Me encanta verte celoso -besó mis labios con ímpetu.
-¿Y si era el que más se parecía a mi por qué ni si quiera le trajiste a casa?¿Por qué fue quien menos consiguió de ti?
-Porque por mucho que se pareciese a ti, no eras tú -sentí que mi corazón latía con fuerza de oír aquello. La besé -. ¿Y tú qué? - se puso sobre mi.
-Mackenzie...
-¡¿Qué?!
-Ya sabes, insistió mucho y tú y yo no nos hablábabamos... No soy de piedra Kait.
-Genial Niall -quiso quitarse de encima mío pero no se lo permití -. Suéltame -reí.
-Estás preciosa hasta celosa... ¿Recuerdas? Te prometí que no estaría con alguien que no fueses tú -dejó que la besara.
-Eres idiota -me pegó con la almohada y se levantó -. ¿Puedo preguntarte algo?
-Por supuesto.
-¿Por qué has vuelto?
-Los chicos me necesitaban...
-Ah vale -vi que su mirada se tornó algo triste. Me entraron unas imparables ganas de besarla y lo hice.
-He vuelto por ti -volvió a mirarme con una sonrisa en sus labios -. Necesitaba volver a verte...
-Me gusta más esa respuesta -se inclinó para besarme. Iba a ser un corto beso, pero se convirtió en uno largo -. ¿Has desayunado?
-La verdad es que no...
-Perfecto, voy a la cocina -se volvió a colocar el camisón -. Si quieres puedes ir dándote una ducha -besó mis labios y salió por la puerta.

Fue una ducha de lo más relajante pero cuando volví a la habitación a vestirme no encontré la camisa por ningún lado así que bajé las escaleras mientras me secaba el pelo con la toalla en busca de Kait.
-Kait, ¿has visto mi -mierda, los chicos estaban con ella en el salón. Todas las miradas se posaron en mi -. Camisa.
- Con que se había ido después de hablar -dijo Zayn.
-Con que solo amigos -dijo Harry.
-Podrías haber tardado un poco más... Se lo habían creído todo... -me acerqué a ella y se levantó para que yo me sentase para poder sentarse sobre mi.
-¿Nos vais a contar la verdad de que ha pasado aquí? 
-Nada especial Shel -deje que Kait hablara -. Cuando te has ido hemos hablado de todo lo que nos habíamos callado durante todo este tiempo y lo hemos solucionado.
-¿Y ahora qué?
-Seremos amigos Zayn, ¿verdad Kait?
-Con derecho a roce por lo que veo -reímos ante las palabras de Louis.
-Vosotros no podéis ser amigos -Liam habló sorprendiéndonos a todos.
-¿Por que dices eso?
-Kait, si fueseis amigos acabaríais lanzándoos vasos a la cabeza cuando viéseis al otro con otra pareja -Liam tenía razón en eso -. Estáis destinados a  estar juntos...
-Ooooois Liam -Kait se acercó a el y le abrazó -. Tan dulce como siempre -besó su mejilla.
-¿Volverá la antigua Kaitlyn a la que tanto echo de menos o nos tenemos que quedar con la matona ligona para siempre? 
-Volverá la dulce y adorable Kaitlyn, Liam -lo volvió a abrazar. 

Habíamos decidido ir a dar una vuelta todos juntos ya que no lo hacíamos desde hace mucho tiempo, así que Kait y yo subimos para terminar de vestirnos.
-Tú camisa.
-¿Dónde estaba?
-Debajo de la cama... -reímos. Me acerqué a ella y rodeé su cintura con mis brazos para después besar su cuello -. Te recuerdo que hemos subido para vestirnos, no para desvestirnos.
-Lo sé, pero tengo que preguntarte algo.
-Si es sobre lo de ser amigos no -dejé de besarla -. Liam tiene razón por lo que no seré solo tu amiga, tú eres mio -me acerqué a sus labios y los besé.
-Tú también eres solo mía -volví a besar su cuello -. Pero mi pregunta no era esa.
-¿Cuál es?
-¿Sería posible que volviese la antigua Kaitlyn pero conservando algo de la nueva? -oí como reía.
-Con que era eso... -comenzó a besar mi cuello -. ¿Y a qué se debe esa propuesta?
-Digamos que hay un par se aspectos que me han sorprendido gratamente de ella...
-Supongo que podrá quedarse algo de ella -beso mis labios con pasión pero en medio del beso se alejo de mi dejándome con las ganas de más.
-Eh, no habíamos terminado.
-Tú has pedido que se quede la nueva Kait... -me lanzó un beso y bajó las escaleras. Me quedé en su cuarto observando todos los rincones de esta y seguía tal cual la recordaba. Bueno, faltaban nuestras fotos, pero eso era comprensible ya que yo también había quitado las suyas del mío. Cuando sufres por alguien lo último que deseas es ver una foto suya en la mesilla de noche cada día al despertar y cada noche al acostarte. Me acerqué a la mesa que había en su cuarto donde el portátil descansaba con la pantalla en negro, pero pronto se encendió debido a un mensaje emergente: ''La base de datos de virus sido actualiada''. Típico.
Fui a apagar el ordenador cuando una carpeta llamó mi atención: Nialler. ¿Tenía una carpeta con mi nombre?
No me gustaba ser cotilla pero la abrí y en ella encontré todas y cada una de las fotos que nos habíamos sacado ordenadas por fecha. Las más importantes como el día en el que nos conocimos estaban escritas en mayúsculas o entrabas y estaban editadas. Me hizo feliz el pensar que a pesar de que hubiese guardado, tirado, roto o quemado las fotos que tenía repartidas por su cuarto, las siguiese conservando. Decidí no abrir más carpetas que en la que ya había entrado porque quería respetar su intimidad, así que lo cerré y bajé las escaleras.
-Ya era hora Niall -Zayn se quejó como de costumbre.
-Zayn a callar -Kait me defendió. Me puse a su lado y sin pedirle permiso besé sus labios.
-Agh, ya están como en los viejos tiempos -uno a uno empezaron a salir de la casa dejándonos a solas.
-¿Y esto a qué viene? -dijo sobre mis labios.
-A que antes no me has dejado terminar -volvió a besarme pero cuando iba a rodear mi cuello con sus brazos, me alejé de ella y comencé a andar.
-Vengativo eh.
-Mucho -le guiñé un ojo y esperé a que saliera de casa para ir con ella para reunirnos con los chicos. Nunca pensé que al regresar a casa me pasaría todo esto y de una manera tan precipitada, pero volver a tener su mano entrelazada a la mía mientras caminábamos por las calles de Londres era un sueño hecho realidad.

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